martes, 1 de septiembre de 2009

SE INICIA CAMPAÑA


POR UNA ELECCIÓN RESPONZABLE, DEMOCRÁTICA, TRANSPARENTE, REPRESENTATIVA E INCLUSIVA DE CONSEJEROS(AS) DEL CNM

Justicia Viva
El Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) es uno de los órganos más importantes del sistema de justicia, que puede marcar un antes y un después en la calidad e independencia de jueces, juezas y fiscales. ¿Por qué? Porque es el encargado, entre otras funciones, de seleccionar, ratificar, y destituir a toda la magistratura a nivel nacional; dejando en el cargo a quienes han sido independientes y han fallado casos de acuerdo al derecho y luego de una eficiente gestión del proceso judicial, y separando a quienes hicieron todo lo contrario.

Y tan importante como sus funciones, son las personas que lo integran: los 7 Consejeros(as), porque de éstas dependerá si es que el CNM ejerce adecuadamente sus relevantes funciones. Pero, ¿quiénes son estos Consejeros?, ¿de dónde vienen?, ¿cómo se les elije?... y sobre todo: ¿quiénes los elijen? Ha sucedido que, la elección de estas importantísimas autoridades, no ha sido por lo general ni transparente ni democrática, sino que por el contrario han sido irregulares e incluso “amarradas”. Por eso ahora, que estamos ad portas del inicio de estos procesos de selección (así es, se vienen las elecciones de nuevos Consejeros(as) no podemos esperar a que esa historia se repita y poner en jaque la posibilidad de concretar una justicia distinta.

La Constitución ha puesto la responsabilidad de escoger bien a los Consejeros(as) en manos de la sociedad civil. Específicamente, de los Rectores de las universidades privadas, los Rectores de las universidades públicas, los miembros de los Colegios de Abogados y los miembros de los demás Colegios Profesionales. Ellos y ellas elegirán, en conjunto, a 5 de los 7 Consejeros(as), quienes serán los responsables de la buena marcha de la justicia, seleccionado, ratificando y destituyendo a magistrados durante los próximos 5 años, que es el período que dura el cargo.

No es por eso exagerado decir que el Consejero o Consejera que elijamos, debe ser como la justicia que queremos: sin cuentas del pasado que les cuestionen, con méritos y trayectoria que den la confianza de independencia y de una buena gestión en el cargo, con voluntad clara de reforma, y con real apertura a las observaciones y aportes de la sociedad civil, a quien por cierto representan y a la que, por principio, han de ponerle en autos de lo hecho en el puesto para los que fueron elegidos(as).

¿Cómo lograrlo? Primero, evitando que las elecciones sean como lo fueron en el pasado. Ahora, estamos a tiempo para exigir que se difunda cuándo son las elecciones, que se realice en tiempo razonable la convocatoria para que se presenten diversas e interesantes candidaturas, que se conozca con tiempo quiénes están postulando y quiénes los promueven, que se difunda las hojas de vida y las propuestas de los candidatos, que se realicen Audiencias en las que se presenten los y las candidatos, la posibilidad de que la sociedad pueda opinar y presentar observaciones o respaldo a las diversas candidaturas y que ello se tenga en cuenta al momento de la votación. Y en segundo lugar, optando, concientemente, por quienes representen a la magistratura que todos y todas queremos.

Por todo lo anterior, es que como Justicia Viva-IDL estaremos constantemente informando cómo se está realizando este proceso, y alertaremos de las irregularidades que se presenten. Por lo pronto, ya sabemos que las elecciones de los 2 representantes de las universidades públicas y privadas (uno por cada grupo) se realizarán a comienzos del próximo año y que deben ser convocadas en las próximas semanas. Y que a mediados del próximo año también los miembros de los Colegios de Abogados elegirán a su representante (1), así como lo harán los miembros de los demás Colegios Profesionales (2). Pero sobre todo, sabemos que no podemos caer en los errores del pasado y que, en elecciones transparentes basadas en mínimos de publicidad y participación, está la diferencia entre quedarnos en intenciones de reformar la justicia, o participar y aportar decisivamente a ella.

No hay comentarios: